La defensora de la Niñez se refirió a los principales temas presentados en el Informe Anual 2022 sobre derechos humanos de la niñez y adolescencia en Chile, cuyos datos dan cuenta de las deudas que persisten en relación a las responsabilidades del Estado, en un contexto donde diferentes episodios vuelven a instalar la urgencia de la protección de menores en el país. “Una de las grandes frustraciones tiene que ver con la incapacidad del Estado chileno – a pesar del lapidario y vergonzoso informe del Comité de los Derechos del Niño el 2018 – de cambiar radicalmente la situación de los niños que viven privados de su medio familiar en residencias de protección. Eso ameritaba una acción que realmente produjera cambios radicales, y a pesar de nuestras peticiones en el ámbito legislativo, a propósito del servicio que sustituyó al Sename, no lo hemos logrado”, señaló.